El concierto se desarrolló en un espacio abarrotado de espectadores que se deleitaron con letras como la de El Carro del Sol: “Bogando en las aguas viene la góndola veneciana, la luz del sol se detiene bajo el alféizar de tu ventana”. Sin embargo, otras canciones del mismo nivel de calidad que diversos compositores crearon para la voz de Luis Pérez Meza, conformaron el eje del espectáculo: Dime que sí y La Rondalla, de Alfonso Esparza Oteo; Al morir la tarde, de Felipe Bermejo; Siete Leguas, de Graciela Olmos; La Interesada, de Chava Flores.
Hubo un toque romántico con boleros como Si Dios me quita la vida, Amor Perdido, y María Bonita. De ésta última se conocieron simultáneamente dos primeras versiones, una en voz de Luis Pérez Meza y otra del propio Agustín Lara. Se trata de canciones que, sin haber sido compuestas para el Trovador del Campo, fueron grabadas exitosamente por él.
Otro de los momentos cumbre del espectáculo surgió cuando Elisa cantó Elvis Pérez, una canción mitad son, mitad rock and roll, compuesta por Lalo Guerrero para Luis Pérez Meza. Luego vino un nuevo espacio climático cuando al Mariachi Continental se sumaron un acordeón y percusiones para dar lugar a exclamaciones de júbilo y al coro generalizado del público que cantó con Elisa Rosita de Olivo, A los Ángeles del Cielo, El Sauce y la Palma, Las Isabeles y El Barzón. Estas últimas canciones fueron una respuesta al grito de ‘Otra, otra’ que obligó a Elisa a volver al escenario donde el público la despidió de pie mientras cantaba algunos sones jarochos que grabara Luis Pérez Meza en su disco ‘México Eterno’. El concierto fue definitivamente inolvidable.
Acompañán a Elisa después del recital un grupo de personas de Ciudad Obregón y de Culiacán que asistieron al concierto. Abajo Juan José Martínez Mendoza, presidente municipal de Cosalá, Lupita Osuna y André Lacombe, conviven con Elisa. Más fotos en Facebook/Museo Perez Meza y en Facebook/Elisa Perez Meza.
