
Paula Calzada Nevares
Quizá fueron las manos confundidas
del viento imperturbable de abril
que veleidoso desnudó al atril
de sus notas calladas, cohibidas:
Mifasoles cual mansos corderos
en espera de la cazadora
que con su arma de voz encantadora
nos dispara sus trovas y boleros
A los pies de la higuerilla coqueta
que desde arriba observa impetuosa,
llegó la admiración y la presteza,
pues muchas noches se mantuvo inquieta,
frágil, sin sentido y temerosa,
sin los cantos de Elisa Pérez Meza

Nuestro agradecimiento a la poetiza Paula Calzada Nevares por dedicar el presente soneto a Elisa y hacérnoslo llegar. Paula prepara actualmente el lanzamiento de su segundo libro de poemas Criogenia, que promete sorprendernos de nuevo con sus metáforas vivas y su ardiente temática.