Todo el gentío volteó a ver al sujeto mientras Pérez Meza le respondía, tajante pero sereno: “El Barzón, El Sauce y la Palma, Las Isabeles, son mi sello. Son canciones que me representan porque mi estilo se acopla mejor a la tambora de mi tierra. Pero si a alguien le molesta que las cante llamamos ahorita un mariachi”.

La gente guardó silencio hasta que un momento después subieron unos mariachis al estrado para acompañarle tres canciones. Yo nomás recuerdo que una de ellas fue Ojos tristes de Guty Cárdenas. Y de veras que nos llegó. Los aplausos no se hicieron esperar y entonces sí, para gusto de todos, don Luis cerró la presentación con su tradicional repertorio, seguido de las notas de la tambora sinaloense. Recuerdo que al terminar bajó las escaleras pausadamente: traía un sombrero café, pantalón del mismo color y un cordoncillo que le adornaba el cuello.
(Everardo Domínguez Gámez, La Reforma, Angostura)
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