miércoles, 12 de noviembre de 2014

Testimonio del Sr. Ricardo Vázquez Mata

Desde Coahuila el Sr. Ricardo Vázquez Mata nos envía el siguiente testimonio: 

"Conocí y saludé a Don Luis Pérez Meza en el Distrito Federal, en aquel reducto que se llamó “La Taberna del Greco”, ubicado en el siniestrado e inolvidable Hotel Regis de Juárez y Balderas, cuyas instalaciones albergaba también al Bar Capri, lugar bohemio por excelencia, donde fui despedido de mi soltería allá por el año 1974.


"Alternaba con Don Luis otro grande del bolero, Emilio Gálvez, quien se hacía acompañar del mariachi de don Pepe Villa. Y mientras uno nos transportaba con su "Señora bonita" el otro nos deleitaba con sus "Ojitos aceitunados".


"Recuerdo que un abogado amigo mío que me invitó a ver este espectáculo me comentaba, mientras nos encaminábamos al Hotel Regis, que Don Luis era de trato hosco y poco amigable pero que valía la pena presenciar su recital.  Nada más alejado de la realidad, porque cuando tuve la oportunidad de saludarlo de mano recibí la mirada de un hombre amable y amistoso.

"La presencia de Luis Pérez Meza como icono de la música campirana y precursor de las bandas es imborrable. Solamente esa vez pude verlo y escuchar su canto en vivo donde transmitía su recia personalidad y amor por sus interpretaciones".

sábado, 2 de agosto de 2014

Testimonio de Juanita Osuna Berumen


Tengo un recuerdo inolvidable de Luis Pérez Meza y siempre le voy a estar agradecida.  Era yo directora de la primaria Gral. Pablo Macías Valenzuela, cuando fui de vacaciones a Tijuana en julio de 1961.  Me hospedé en el hotel de la Chelo Burgueño  y allí estaba también Luis Pérez Meza.  Como la Chelo era paisana de Zavala y dueña de ese hotel, me lo presentó.

-¿A qué se dedica?-, me preguntó don Luis.  Yo le respondí que era directora de la primaria en Zavala, Concordia.

- ¿Y qué tal su escuela?-, siguió preguntando

-Uy señor-, le dije.  Con muchos problemas, no tiene barda, las vacas duermen en los portales.

-Le vamos a hacer su barda-, me dijo. 



Yo no le dí importancia ni creí que realmente fuera a hacer algo, pero unos meses después, en la última semana de septiembre, llegó a Zavala y con la Chelo organizó un baile que estuvo lleno, con mucha gente de otros pueblos porque iba a cantar Luis Pérez Meza.  Y aunque el terreno de la escuela es muy grande, con el dinero de las entradas y la cerveza hicimos esa barda que es la que tenemos hasta hoy.