No se necesita innovar a cada momento cuando se ha creado un estilo, plantearon los asistentes al ciclo de cine ‘Saura y la música’, presentado durante mayo en Casa de los Pérez Meza. Después de ver la Trilogía Flamenco, y las películas Tango, Iberia y Fado, concluyeron que Saura celebra en sus películas la historia y la cultura contenidas en la música mostrando la pasión y la creatividad que hay tras el alma de los pueblos.
Carlos Ambriz, a quien Saura le recuerda su origen andaluz y gitano, subrayó que todas las películas que se vieron son excelentes ejemplos de puesta en escena donde la luz y la ambientación teatral cumplen una función central en torno a la cual se estructura el drama humano.
Otros asistentes destacaron cómo la narración del autor se basa en imágenes fílmicas que entrelazan escenificación y realidad a partir de simetrías, sombras y ficciones. Saura aporta al cine imágenes poético-musicales indelebles centradas en laberintos teatrales y deslumbrantes pantallas que reflejan cielos inverosímiles y proyecciones turbadoras. Un estilo propio que le da el carácter de maestro.
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