Mi padre, don Miguel González de la O, llegó a Mazatlán a principios de los 60, a vivir en una casa de huéspedes propiedad de la familia Pang, a la vuelta del teatro Ángela Peralta. Había sido nombrado gerente de ventas de la XETK, por aquel entonces propiedad de don Luis Pantoja, y uno de sus primeros propósitos fue aumentar la audiencia de la estación. Lo consiguió creando, entre otros programas, uno dominical de música en vivo que se transmitía desde el restaurant La Perla, muy cerca del Monumento al Pescador.
El programa se volvió muy famoso por lo novedoso del formato y por los artistas que, a fin de darse a conocer, llegaban allí a cantar y tocar gratuitamente. Empezaba a las 12 del día con patrocinio de la Cervecería del Pacífico, unas tiendas de ropa y el mismo restaurant.
Cuando nos instalamos en Mazatlán vivimos frente a la Plaza de los Leones, en el edificio del Lic. Galindo. Y como mi padre –a quien apodaban ‘El señor de la bolita’-, llevó siempre una respetuosa amistad con don Luis Pérez Meza, cada vez que podía lo invitaba a cantar a la Perla, con un éxito rotundo. Allí fue donde lo conocí, porque cuando don Luis cantaba no solo se escuchaba el programa por todo Mazatlán, sino que se llenaba el restaurant y había mucha gente sentada en el malecón y en la playa, todos coreando y cantando sus éxitos.
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